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7 nov 2012

RELATO DE UN PUEBLO QUE DESAPARECIÓ


Hace más de 27 años a una distancia de aproximadamente 94 kilómetros de la capital musical de Colombia y cerca al nevado del Ruiz, existía la llamada “ciudad blanca” del departamento, con más de 35 mil habitantes, un municipio prospero que basaba su economía en algodón, arroz y ganadería.
Contaban que era un municipio muy tranquilo, acogedor, de gente muy trabajadora y siempre con sus frentes sudorosas por producto del sofocante pero al mismo tiempo delicioso calor, que la madre naturaleza provee, así como la alegría de sus gentes que en sus fiestas patronales se masifican al ritmo del bambuco, sanjuanero y rajaleña.

Un día, la madre naturaleza da aviso que el monstruo del nevado del Ruiz tarde o temprano despertará, que su gran brazo se extenderá y dejará a su paso impotencia, destrucción y desolación, los geólogos, vulcanistas y rescatistas interpretan el aviso, alertan a nuestros indolentes gobernantes pero ellos los acusan de “alarmistas” y hacen caso omiso a la profecía de la tragedia que se avecina.

A finales de octubre del año 1985, comienza a caer del cielo y en repetidas ocasiones la ceniza cubriendo todo de un gris apocalíptico, la población quizás hubiera interpretado el aviso pero no le pusieron mucha importancia, algunos fanatistas quizás hicieron cadena de oración creyendo que con eso iba a evitar la catástrofe natural. Anteriormente un periódico de circulación nacional había publicado un artículo y con un mapa sobre lo que pretendía ese gran monstruo, pero el mismo se perdió en las páginas y en las noticias sobre guerra, narcotráfico, sangre y fútbol.

El 13 de noviembre de ese año todo transcurría con total normalidad, a excepción de que cayó un torrencial aguacero y su rutinaria ceniza, todos encerrados en sus casas con miedo, el país está herido y desangrado, hace 6 días siguieron por televisión y por radio las 27 fatídicas horas que se llevó a cabo en el palacio de justicia, mirando con impotencia como nuestros actores armados reducen la dignidad humana representando todo tipo de barbarie, para que en días posteriores se olviden de lo que pasó y se preocupen por el partido de fútbol.

Mientras tanto a las 3:30 de la tarde, el alcalde queda informado sobre el nevado del Ruiz que comenzaba a erupcionar, el alcalde comenzó a llamar al gobernador del Tolima pero él por su ignorancia de la situación e indiferencia condena al alcalde junto a más de 31 mil habitantes a desaparecer del desangrado mapa llamado Colombia.
Imagen tomada de: radiosantafe.com

Casi todos los habitantes en sus casas haciendo sus cosas de rutina o echándose una siesta para nunca despertar, esa noche el gran brazo de lodazal que habían profetizado los geólogos cubrió ese municipio tranquilo, próspero y acogedor dejando a su paso destrucción, muerte e incertidumbre, desapareciendo a más 31 mil seres humanos que conformaban esa bella ciudad, ellos los sabían pero jamás hicieron algo para salvarse y una vez más se demostró que la madre naturaleza nos da todo, pero cuando está llena de ira nos despojan hasta de nuestras vidas.


Dedicado a todos los habitantes de Armero – Tolima que perecieron aquella noche del 13 de noviembre de 1985.


Leonardo Pico



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