Marzo
de 2012-03-20
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No
es simplemente un capricho de algunos historicistas para recordar el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York el 25 de Marzo de 1911, el
cual costó la vida de aproximadamente 146 trabajadoras debido a las deplorables
condiciones de trabajo.
¡No!
El día de la mujer debe representar un general suceso en la “humanidad”. Muy a pesar de la terrible
condición de inferioridad a la que fue injustamente reducida la mujer a través
de la historia, los hombres, o “varones”
han debido tener bien claro que estuvieron por larga data en un grueso error.
La
mujer jamás pudo ser considerada inferior por el mero hecho de ser quien trae
al mundo a todo ser humano, tampoco por encargarse de oficios del hogar,
tampoco porque su fuerza bruta no alcanzaba los niveles del hombre. Esas
afirmaciones, ampliamente defendidas por algunos “varones” resulta una oda a la ignorancia propia de, como dijo Nietzsche, una mosca que se cree la dueña
del universo.
Hoy
día, debe entenderse que el parto representa el punto vital de la especie
humana, ¿Fuerte el “varón”? Ó fuerte la mujer que durante nueve meses
soporta tan digna carga en su vientre y sufre los dolores del alumbramiento. Ahora,
el hecho que otrora la mujer se encargara de los oficios del hogar no significa,
ni que fuera una labor sencilla, ni que
deba ella ser la única quien se ocupe de esa labor. El hogar, si se trata de
una relación de pareja, es una responsabilidad de los dos, no solamente de la
mujer, ¡Que esto quede bien claro!
La
mujer hoy día reivindicó sus derechos como humano capaz que siempre ha sido. La
formación educativa, cultural y social en general, permite que nadie pueda
negar la igualdad en capacidad que existe entre hombres y mujeres. Distinto es,
sin embargo, que esa igualdad no sea un mero formalismo. A lo que me refiero es
que indudablemente hay igualdad en la
diferencia.
Ni
el hombre puede parir, ni la mujer estar en igualdad de condiciones en el período
de obstetricia; como uno de algunos ejemplos. Que no se oiga a ciertos “varones” justificar actuaciones
deplorables y abusivas contra mujeres bajo el estandarte de la igualdad de
género. La igualdad será predicable atendiendo a las situaciones particulares, no
a un estándar genérico inaplicable de forma matemática.
Tampoco
debe compartirse, queridas amigas, el tono de resentimiento ni de victimización
que algunas toman como bandera en nombre de la liberación femenina. Es cierto
que aún existen rezagos de machismo en esferas sociales, pero que ello no sirva
para exigir prerrogativas que en últimas terminarían abogando por la protección
especial de la mujer: esto es, una condición de inferioridad. No, si
reivindicamos nuestros derechos no fue para recibir prebendas, pues se trata de
reconocer que la mujer es un ser humano con capacidades al igual que el hombre,
no que uno u otro sea inferior, tozudo o incapaz. ¡Hay que ganar espacio, no
como mujer víctima o reivindicatoria, sino como ser humano capaz para determinada
área!
Por
eso creo que lo más importante de la reivindicación del día internacional de la
mujer no versa en la exaltación y empoderamiento femenino de todas las esferas
sociales. Ello sería producto de una coincidencia o de las capacidades que cada
una desarrolle. Lo importante de éste día es que la mujer recuperó sus derechos
y eliminó los estigmas que la diferenciaban como una sub-categoría de la
humanidad. Ahora, en igualdad de condiciones, no debe ser la mujer quien
resalte per se, sino la humanidad,
que sea cual sea el integrante, avanzará en armonía y plena igualdad de
oportunidades en virtud de la capacidad y no de presunciones absurdas.
Feliz Día.
Imagen tomada de: http://laguia2000.com/el-mundo/el-dia-internacional-de-la-mujer